Eindhoven, Países Bajos: La tecnología LED está a punto de penetrar más en el mundo de la horticultura. Según las estimaciones de Signify, aproximadamente el 30% de la superficie mundial de invernaderos estará iluminada antes de 2025, frente al 20% de 2020 y la tecnología LED iluminará más de la mitad de esa superficie.

¿Por qué el cambio de paradigma? Por la sencilla razón de que la iluminación LED tiene un impacto significativo en tres importantes tendencias mundiales.

La población mundial crece rápidamente. Los demógrafos prevén que el planeta dará cabida a 10.000 millones de personas en 2050, que cada vez más vivirán en ciudades. Conforme esta tendencia demográfica se afiance, la seguridad alimentaria se convertirá en un reto cada vez más importante para los gobiernos nacionales. Esto resulta especialmente patente al tener en cuenta las vulnerabilidades de la cadena de suministro que la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto.

Una forma de que los líderes garanticen sus fuentes de alimentos es promover la agricultura nacional. Rusia, Estados Unidos, China, Singapur y Turquía han empezado a invertir en bases de producción de alimentos autosuficientes durante todo el año. Los invernaderos de alta tecnología (inevitablemente equipados con tecnología punta, incluida la LED) son un requisito previo para lograr el suministro de alimentos durante todo el año.

Y lo mismo ocurrirá con las granjas verticales de alta tecnología LED. Lo harán sobre todo en las ciudades cada vez más pobladas y hambrientas del mundo, contribuyendo a reducir el número de kilómetros que los alimentos y las flores recorren desde el punto de cultivo hasta la mesa. Y surgirán en zonas donde la producción de alimentos o flores en invernadero no sea una opción por razones climáticas.

Por otro lado, está la geopolítica y la necesidad de ser ecológicos y sostenibles. El Acuerdo de París compromete a las naciones a reducir las emisiones de carbono. Esta tarea resulta más fácil si se ha adoptado la tecnología LED sostenible. Las subvenciones gubernamentales a la tecnología LED obligarán a los productores a hacer de ella el nuevo estándar del sector hortícola. La eficiencia intrínseca de la tecnología LED y otras ventajas sobre el sodio de alta presión (HPS) ayudarán a conseguir dicho objetivo.

Aparte de eso, las prácticas sostenibles son cada vez más un imperativo en nuestra economía, y eso no solo porque son buenas para la óptica y la ética. También porque son buenas para el negocio. Los productores que quieren ser ecológicos se dan cuenta de que la adopción de la tecnología LED mejorará sus niveles de producción o la calidad de sus productos, además de reducir su consumo de energía y sus emisiones de CO₂.

A medida que se desarrollen las luces de cultivo regulables y dinámicas y los conocimientos sobre cómo mejorar la producción, la huella ecológica de los LED se reducirá aún más. Estos equipos permitirán al productor ajustar las cantidades de luz y los espectros en función de las necesidades de cada planta y de cada momento, teniendo en cuenta el estado de desarrollo del cultivo, la cantidad de luz natural que penetra en la instalación, etc.

El método cada vez más sostenible de alimentar los invernaderos también hará que la tecnología LED sea cada vez más relevante. Las fuentes de energía renovable, como la eólica y la solar, que asumirán una mayor proporción del mix energético generan corriente continua. Esto encaja mucho mejor con el LED que con la iluminación HPS que sigue dominando en la horticultura.

Aunque las prácticas sostenibles resultan más cruciales que nunca, el consumo mundial de alimentos no va a disminuir, pero la necesidad de productos saludables de alta calidad seguirá en aumento. Y si queremos conciliar las necesidades de los consumidores con nuestro objetivo de proteger el medio ambiente, tenemos que ser inteligentes. Una forma de conseguirlo es hacer que la tecnología LED sea la norma.

Después de todo, garantizar la calidad de los productos, las flores y las plantas durante todo el año requiere una luz estable, que es algo que la naturaleza no brinda. Los productores han experimentado con éxito con luz HPS suplementaria, pero una luz LED más eficiente y flexible puede hacer que los procesos sean más predecibles y requieran menos recursos.

También puede hacer que los productos, las flores y las plantas sean más saludables para los consumidores. Las cantidades correctas de luz, con los espectros adecuados, que se suministran a través de recetas de luz dinámicas, permiten aumentar la resistencia de una planta, reduciendo o eliminando la necesidad de productos químicos. La luz adecuada también puede garantizar que las plantas contengan los nutrientes que desean determinados minoristas o clientes.

La tecnología LED se está posicionando como una solución de iluminación hortícola en diversas macrotendencias: una población mundial creciente, la sostenibilidad y la creciente demanda de unos consumidores cada vez más exigentes. A medida que sigue convirtiéndose en el estándar mundial, la tecnología LED permitirá una innovación muy necesaria en la nuestra manera de cultivar y Signify, con su conjunto de soluciones de iluminación en evolución, seguirá siendo el líder en el campo.

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